Formaban una de las parejas más famosas de Hollywood pero, tras seis años de relación y una hija en común, Katie Holmes y Tom Cruise rompían su matrimonio en 2012. Un divorcio envuelto en polémica y secretismo del que mucho se habló (y se sigue hablando) que se anunciaba alegándose «diferencias irreconciliables» entre los dos actores.
Cansada del actor y de algunas de sus manías, aseguran diversas fuentes cercanas a la actriz, Katie Holmes tomaba la decisión de pedir el divorcio a Tom Cruise y llegando a un acuerdo de separación con él que suponía quedarse con la custodía de su hija, Suri Cruise. «Uno de los motivos principales que llevaron a Katie a dar este paso fue las diferencias dentro del matrimonio por el vínculo de Tom Cruise a la Cienciología», publicaban en TMZ.
Tras un intenso divorcio y un acuerdo multimillonario que, según se ha publicado en diversos medios, incluye una cláusula que impide a Katie Homes hablar en público de cualquier relación sentimental que mantuviera con otra persona durante los 5 años posteriores a la separación de Tom Cruise, la que fuera protagonista de ‘Dawson’s Creek’, se mudaba a Nueva York junto a su hija Suri dejando atrás una relación calificada por muchos como «algo tormentosa».
Al parecer, los problemas entre Tom Cruise y Katie Holmes comenzaron a sucederse tras el nacimiento de su hija Suri, en abril de 2006. Las diferencias a la hora de elegir su educación y otros desencuentros «irreconciliables» entre la pareja hicieron que Katie dijera «basta». «Hay gente que tiene problemas mucho más graves y que, por tanto, son menos afortunados que yo. Por eso, trato de mantener todo en perspectiva», apuntaba en 2012 la propia Katie Holmes a WWD.
Diferencias Inrreconciliables
«Katie Holmes firmó una cláusula en su acuerdo de divorcio que le prohibe hablar de Tom Cruise o salir con otro hombre públicamente durante los cinco años que siguen a su divorcio», publicaba en 2016 Vogue. «Tiene derecho a salir con otros hombres, pero no puede hacerlo públicamente ni debe dejar que ninguno de sus novios se acerque a su hija Suri».
Acuerdo económico
Según esta misma información, la actriz recibió a modo de compensación tras firmar este acuerdo de divorcio un total de 4,8 millones de dólares para su hija y otros 5 para ella. «Unas cantidades que podrían ser reclamadas por el actor si incumpliera el contrato de divorcio», aseguran desde Vogue.
Ante los medios de comunicación, que centraron todos sus focos en la ya ex pareja, Katie Holmes y Tom Cruise mantenían la calma y aseguraban protagonizar una ruptura más o menos cordial y amistosa. «Estamos comprometidos a trabajar juntos como padres para conseguir el bienestar de nuestra hija Suri», declaraban en 2012 a través de un comunicado conjunto remitido por sus representantes a la revista People.
«Queremos mantener en privado los asuntos que afectan a nuestra familia, expresar nuestro respeto hacia el compromiso de cada uno a sus respectivas creencias y apoyarnos mutuamente como padres», añadía la ya ex pareja.
Asegurando que lo peor fue intentar comenzar desde cero una nueva vida en solitario junto a su pequeña hija Suri, Katie Holmes recordaba la presión de la prensa. «Tenía mucha atención y encima con una niña pequeña de la que ocuparme. Recuerdo que acudía con mi hija al parque a las seis de la mañana para evitar miradas curiosas».
Respeto hacia su privacidad
Varios años después y envuelta en un gran secretismo, Katie Holmes rompía su silencio en una entrevista en InStyle en la que hablaba de cómo vivió su divorcio y la explosión de su aparente cuento de hadas junto a Tom Cruise de los primeros años de su relación. «Fue una época intensa, de escrutinio constante», apuntaba la actriz.
Totalmente desligada ya de esa imagen de pareja perfecta que la unía a Tom Cruise hasta 2012, Katie Holmes asegura que su llegada a Nueva York fue dura pero que contó con «muchas personas desconocidas que se convirtieron en mis amigos y nos ayudaron mucho a mi hija y a mi».
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