"Que se convenzan los que tengan dudas: el Gobierno venezolano que yo dirijo, ni apoya, ni permite, ni permitirá presencia de guerrilla, ni terrorismo, ni narcotráfico en territorio venezolano". El presidente Hugo Chávez trataba así de cerrar en rueda de prensa conjunta con su homólogo colombiano, Juan Manuel Santos, celebrada entrada la madrugada española de hoy en la ciudad de Santa Marta el escollo que ha marcado la ruptura de las relaciones entre sus dos países.
Aunque la cuestión no estaba en el orden del día para la normalización diplomática, Santos había pedido encarecidamente a Chávez una declaración explícita en la convocatoria a los medios, después de cuatro horas de reunión celebrada en la que fue la última morada del libertador Bolívar.
Antes, el presidente de Colombia se dirigió al jefe de las Fuerzas Armadas venezolanas, general Páez, presente en el acto, que unos días antes había manifestado la disposición de Venezuela de ir a una guerra defensiva : "Tenga usted entendido que la suerte de Colombia estará dependiendo siempre de la de Venezuela, y la de Venezuela de la de Colombia". Santos citaba a Bolívar después de revelar lo que Chávez le había transmitido: "No va a permitir la presencia de grupos al margen de la ley en su territorio".
La primera de las cinco comisiones acordadas hoy entre Colombia y Venezuela para la aplicación del restablecimiento de relaciones plenas entre ambos países tratará de saldar la deuda que reclaman los exportadores colombianos, cerca de mil millones de dólares impagados. Algunos expertos consideran ahora que la cifra podría estar inflada. Para el empresario y antiguo consejero de Uribe Fabio Echeverri, "si se hubieran exportado tantas pieles a Venezuela como se dice, en Colombia no quedaría ni una vaca".
Las bases de EEUU
Otras comisiones se articularán en los próximos días sobre vigilancia en la frontera para que no se permita el tránsito de la guerrilla, los paramilitares y las mafias desde suelo colombiano; establecer un marco jurídico de comercio bilateral, inversión social para beneficio de las comunidades de la frontera y desarrollar infraestructuras que permitan a Venezuela una salida al Pacífico.
En cuanto al acuerdo con Estados Unidos para la instalación de siete bases en Colombia, Chávez fue misteriosamente exquisito: "Colombia es soberana para establecer convenios, sólo le pedimos que no afecten a la soberanía de los vecinos".
Sin duda conocía que está pendiente la anulación del Tratado por parte de la Comisión Constitucional, que podría dejar en suspenso el acuerdo hoy mismo hasta que sea debatido en el Parlamento de Bogotá.
Y un consenso final de distensión, revelado por el entorno del presidente colombiano: "Chávez sacará de su diccionario la palabra guerra y Santos le llamará por teléfono siempre que haya un rumor para evitar malentendidos".
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